¡Usemos mejor Instagram!

octubre 24, 2022
Posteado en Redes Sociales
octubre 24, 2022 admin

¡Usemos mejor Instagram!

Instagram ha desencadenado la creación de sujetos exactamente iguales entre sí los unos a los otros. Y no es que haya creado nuevas conductas ni comportamientos, sino que algunos procedimientos sociales ya existentes los ha intensificado, anulado, rebajado, reformulado o redirigido.

Instagram no tiene la culpa de cómo somos, de cómo nos relacionamos y de la sociedad permanentemente adolescente que hemos creado, pero constantemente lo estamos criminalizando y responsabilizando de hacernos así.

Es justo eso, una sociedad adolescente donde impera el narcisismo, ser extrovertido, positivo, muy individualista, con un amor propio infinito y una vida perfecta. Además, con espíritu de competencia, necesidad de aprobación y una obligación constante a salir de la zona de confort. 

Y esto no lo digo yo, así es como el sociólogo Zygmunt Bauman ha caracterizado a la llamada “modernidad líquida” o “vida líquida” (podéis leer sus libros si os gusta la sociología).

Es cierto que la red social ha contribuido a crear esta fachada de felicidad plena y sin grietas; con muchísimas emociones y la negatividad suprimidas, porque ¿para qué engañarnos? No hay lugar en Instagram para todo esto. De hecho, al no ser exteriorizados estos sentimientos parece que se conviertan en “no mostrables”. Sentimientos que nos devoran por dentro, y que al no poder enseñarlos al público, parece que no podemos afrontarlo tampoco. 

¿Cuál es, entonces, el papel de Instagram en la configuración de nuestra identidad?

Básicamente todos nos hemos convertidos en sujetos prototípicos que han reforzado unas cualidades que siguen ciertos patrones, y nos hemos convertido en personas con estilos de vida idénticos, y con una previsibilidad de comportamiento altísima.

Pero tengo algo que decir: Instagram no nació para esto.

Instagram nació el 6 de octubre de 2010 como una red social centrada en la funcionalidad de compartir fotografías desde el móvil, así como Flickr o Tumblr.

Esta red social destacaba por su forma cuadrada en las fotos en honor a Kodak Instamatic y a las cámaras polaroids. Además, después pudieron utilizarse hastag para descubrir a otros usuarios, filtros y funciones acordes a esta primera idea.

Lo que pasa es que esto ha cambiado mucho, y con el paso de los años Instagram se ha convertido en un sitio donde publicar autorretratos (de todo menos espontáneos), una app de citas, un capítulo de Black Mirror (podéis imaginar cual), y, en definitiva, un scroll infinito sin prestar atención a lo que vemos. Y me da pena, porque yo me hice la cuenta en 2011 y el mundo era distinto, y yo también era distinta.

Está claro que ni yo ni nadie vamos a modificar la conformación social actual, pero como publicista y apasionada de las redes sociales, voy a poner mi granito de arena, dando algunas pautas para hacer un uso útil, cultural y práctico de esta maravillosa red social que es Instagram.

Pautas para hacer un uso útil, cultural y más sano de Instagram

   1. La función de guardar publicaciones 

Podemos usarla para ver algo más tarde e incluso reservar un momento de la semana para revisar todo ese contenido almacenado. Con esto, nuestro tiempo en Instagram cobra más sentido.

2.     Cambio de actitud. Durante el tiempo que pasemos en las redes, podemos cambiar nuestra actitud de pasiva (scroll infinito por puro aburrimiento) a una actitud activa (y por favor, sin criticar cada cosa que vemos). Vamos a mirar desde otra perspectiva, y a establecer conexiones, comentar, comunicarnos, seguir cuentas que nos gusten, interaccionar, reconocer el trabajo o a información de otros…

3.     Compartir contenido con verdad. Está bien que editemos las fotos, vale que no subamos una foto recién levantados, pero seamos sinceros en la medida de lo posible. Compartamos cosas divertidas, útiles e interesantes y nutrirnos también de perfiles que hagan lo mismo.

4.     Activar el recordatorio de Instagram para que te avise de cuánto tiempo llevas en la aplicación. Para ello solo tenéis que acceder a perfil / configuración / cuenta / tu actividad / tiempo. Ponéis el tiempo que queráis, además, podéis ver cuánto tiempo estáis pasando en la aplicación al día, y vuestros momentos de mayor actividad.

5.    Limpieza y orden una vez al mes. Es importante eliminar cuentas que no aportan nada, o utilizar el botón de silenciar si no queremos dejar de seguirlas, también tenemos que quitar de la carpeta de guardados esas cosas que ya no queremos conservar. Y, por otro lado, tenemos que poner orden en nuestro perfil, actualizar la información… en definitiva, cuidarlo como si fuese una casita virtual.

6. Artistas. Si eres artista o tienes una marca personal, Instagram es una puerta abierta a miles de posibilidades, puedes conocer gente y aprender de otros profesionales. También hay muchísimas ofertas de trabajo, existe la posibilidad de hacerte viral, (que es un tipo de marketing prácticamente gratis), puedes encontrar información práctica y divulgativa, y muchísimas de las cosas que aporta son gratis a través de la propia aplicación (como una clase de baile, tips de fotografía o recetas de cocina).

(Con estos dos últimos puntos le damos información al algoritmo sobre qué es lo que nos gusta ver, así mejoramos la calidad del feed, porque cuando entremos al explora cada vez se acercará más a nuestros gustos).

7.    Marcas/empresas. Si tienes una marca, Instagram es otra puerta llena de posibilidades, aunque esto da para un artículo entero y para un máster. Pero por decir algunas cosas: no os limitéis a tratar de vender vuestro producto/servicio y subir fotos de ello, intentar aportar algo a vuestro público objetivo, aunque todo eso lleve como fin que os compren o consuman lo que vendéis, pero ofreced algo útil a cambio. Esto en neuromarketing se llama principio de reciprocidad, que no deja de ser una táctica de venta, pero dando, siempre es mas fácil recibir, en las marcas y en la vida.

BONUS TRACK

Si en Instagram se hace una búsqueda con palabras tipo «depresión» o «ansiedad», en la pantalla aparecerá una ventana emergente con un botón titulado «OBTENER AYUDA». Clicando en él nos redirige, dentro de la propia plataforma, a tres opciones: en la primera te aconseja y da un empujoncito a que hables con tu gente cercana si tienes un problema, en una segunda opción aparecen teléfonos de interés que pueden ayudarte en tu propio país (España – teléfono de la esperanza), y en la tercera opción algunos consejos más para que puedas sentirte mejor, proporcionados por un psicólogo.

Y, por último, y esto lo digo desde bien dentro, sed coherentes y responsables con lo que compartís. Antes de subir una foto, pensad en que, y por qué lo estáis haciendo, buscadle un sentido.

Si Instagram ha conectado con Spotify para poner música en las historias, utiliza una canción desconocida, y así haces que puedas descubrirla alguien más, que las 20 que salen cuando abres la funcionalidad y son tendencia ya las conocemos todos.

Y si tenéis una foto con un amigo que queréis, pero salís fatal, si evoca a un recuerdo divertido, pues hacedlo, que no pasa nada.

Porque os digo una cosa:

La vida no es tan bonita como la enseñamos, y aunque Instagram nunca va a ser la vida real, podemos hacer que al menos sea un mundo virtual un poco más positivo.